top of page
La falta de comunicación entre los estudiantes y el bienestar estudiantil de la universidad central

La salud mental es una noción cargada de estigmas y preconceptos que han llevado a un aislamiento sistemático de quien padece algún trastorno. El campo de la salud mental parte del reconocimiento de los procesos de diagnóstico y de los trastornos psicológicos como parte de la vida cotidiana de las  personas, así como una construcción social de cómo los demás reaccionan a ellas. Uno de estos espacios es el encuentro entre los pacientes y espacios del diario vivir como el hogar, el transporte público, la universidad, el lugar de trabajo, entre otros. Después de dos años y medio, la vuelta a la presencialidad luego de la pandemia del Covid-19, trae consigo una serie de dificultades y retos para las personas que durante el aislamiento, sufrieron de trastornos psicológicos y psiquiátricos. 

 

Durante la pandemia, el incremento de casos de trastornos de ansiedad y depresión debido al confinamiento resaltó la importancia del reconocimiento de la salud mental como un problema de salud pública. Debido a esto, muchas universidades intentaron integrar programas para el manejo emocional y para la prevención de riesgos como las autolesiones y el suicidio. Sin embargo, esta contención por parte de las decanaturas de bienestar universitario no tuvieron en cuenta a quienes ya eran pacientes diagnosticados con algún tipo de trastorno. La falta de gestión emocional durante la pandemia y la falta de acompañamiento psicosocial a quienes tuvieron recaídas y crisis hace que volver a la presencialidad sea toda una tormenta emocional.


​

Se dice que la gestión de emociones es cuando “ La inteligencia emocional se define como la afectación que tiene una persona al relacionarse con distintos estímulos, estados o situaciones del entorno (López, 2015). Al relacionar la inteligencia emocional con el aprendizaje en el contexto educativo (Gorostiaga & Balluerka, 2014), se encuentra que las emociones, los estados de ánimo, las creencias y la motivación influyen en cómo se perciben las situaciones de la vida diaria.(Hernández, Ledesma, Olivas, Martínez & Escorza, 2016)”. En este caso, por situaciones entendemos los espacios que implican la actividad académica universitaria: el uso de transporte público, las edificaciones de la universidad, los salones de clase, los espacios recreativos (cafeterías, salones de estudio, salas de descanso); y las actividades extracurriculares cercanas a los espacios académicos (bares, restaurantes, galerías, bibliotecas, museos, etc).

 

Teniendo en cuenta que los espacios universitarios traen consigo diferentes estresores y situaciones que pueden desencadenar crisis de ansiedad o de pánico, es necesario que los organismos de bienestar universitario generen planes de protección y de prevención frente a la gestión emocional y el manejo de crisis. En este caso, se evidencia que el bienestar universitario de la Universidad Central sí ha puesto en marcha diferentes metodologías y lineamientos para la atención de estudiantes en situaciones de inestabilidad emocional, no hay una respuesta real por parte de los estudiantes. ¿A qué se debe esto?

Mental health feature USAGov en Espa Spanish logo_3.png
salud-mental.jpg

Este ente, busca la prevención y la protección de la salud mental de los estudiantes, no solo centrándose en la identificación de síntomas y atención en crisis, sino también brindando espacios de pedagogía sobre salud mental y herramientas para la gestión emocional tanto académica, como personalmente. A raíz de esto, es necesario implementar una mejora en la comunicación entre los estudiantes y el bienestar universitario para que quienes necesiten de apoyo emocional puedan tener una atención real y efectiva que permita el desarrollo profesional de todos. 

diseno-plano-dia-mundial-salud-mental_23-2148660103.webp

Al analizar las líneas de comunicación entre estudiantes y el bienestar universitario, pudimos evidenciar que hay una falla en el establecimiento de una red directa y clara entre las necesidades de los estudiantes y las propuestas dadas por la universidad. Por una parte, la promoción de las líneas de ayuda y de atención son nulas, por lo que los estudiantes prácticamente no conocen los apoyos de la universidad en caso de una crisis emocional. A esto se le suma que exista una falla comunicativa por parte de los funcionarios de la universidad, ya que brindan información errónea o confusa a los estudiantes, que termina por entorpecer los procesos de atención y que queden normalmente inconclusos. Por último, cabe resaltar que hay una profunda falta de empatía por parte de los funcionarios y estudiantes de la universidad, ya que no hay una promoción para desestigmatizar la salud mental en los espacios universitarios, lo que termina por perpetuar muchas veces espacios mucho más complejos para los estudiantes que padecen estos trastornos. 

​

Sin embargo, es posible divisar algunos esfuerzos por parte de algunos organismos de la universidad, como el área de psicología.

En conclusión, la gestión emocional es imperante en medio de un regreso a la presencialidad tras una pandemia que dejó consigo diferentes clases de trastornos emocionales en los y las estudiantes. Por ello, es necesaria la promoción y prevención de programas pedagógicos sobre cómo manejar nuestras emociones y cómo sobrellevar un regreso a la vida sin sufrir en el intento. 

img160.jpg

Así como en esta imagen, vivimos una explosión de emociones a cada momento de la vida.

photo1652750707.jpeg

Hola! 

Soy Valen, eres bienvenido a sentir y expresar lo que sientes o por lo que estas pasando, algunos seres humanos somos capaces de hacer que volvamos nuestros sentires en algo demasiado diminuto pero todo lo contrario nuestros sentires y pensamientos son de  las cosas mas importantes en nuestra diario a vivir, lastimosamente aún nos falta aprender mucho de la empatía y de la importancia de la salud mental.  

bottom of page