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Barreras para acceder a la salud mental en Colombia

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Por Mariana Morales García

En el marco de la investigación sobre la gestión de las emociones en los estudiantes universitarios al regresar a la presencialidad buscamos entender la percepción de este grupo de personas hacia la salud mental en general, sus conocimientos acerca de las emociones, los estigmas que puedan tener frente a este tema y sobre todo analizar qué estrategias podríamos generar para establecer una mejor comunicación y visión sobre la gestión de las emociones. Partiendo de estos objetivos el interés en este escrito es analizar las barreras o posibles barreras que existen y que podrían ser invisibles para muchos a la hora de acceder a los servicios de salud mental específicamente en nuestro contexto colombiano. Un tema esencial para poder observar un panorama amplio de las altas dificultades a las que las personas se tienen que enfrentar a la hora de requerir este servicio.

La primera barrera está puesta desde las fallas del sistema de salud colombiano, que inevitablemente afectan la atención a la salud mental y que dentro de sí misma tiene varias causas que pueden afectar el cuidado de las personas en este tema . Dentro de todas las fallas que se presentan a nivel del sistema de salud está la carencia de infraestructura y de personal, ya que si analizamos a un nivel nacional los centros de salud de los municipios pequeños no cuentan con un gran presupuesto que les permita dar un servicio de calidad para todo lo que necesiten las personas que viven en esas zonas, como nos cuentan (Hernández, Sanmartín, 2018) sobre esta desigualdad “Hay departamentos completos donde no se cuenta con especialistas en psiquiatría.” Más del 50% de los psiquiatras del país están en una sola ciudad que es Bogotá, lo cual dificulta mucho la atención y el conocimiento sobre la salud mental en general. 

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    Las fallas del sistema de salud a un nivel de salud mental también se pueden observar desde una parte legislativa, desde las leyes colombianas no se le da la fuerza que esta necesita: “Los expertos consideran que hay un vacío en la legislación nacional en salud en temas de salud mental, principalmente en la Ley 100 de 1993 (22) como pilar del Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS). Apenas en las reformas de la Ley 1122 de 2007 (23) y en la Ley 1438 de 2011 (24), 14 y 18 años después de la aprobación de Ley 100, respectivamente, se incluyó la atención, tanto por entidades públicas como por privadas, y se hizo énfasis en la atención de niños, niñas y adolescentes” (Hernández, Sanmartín, 2018). A partir de lo legislativo es posible ver que la parte de atención a las personas tiene fallas en cuanto a que las enfermedades mentales no están consideradas para la atención primaria, ya que el sistema no tiene un enfoque hacia la prevención sino a la atención de las enfermedades como tal y por la falta de personal profesional en salud mental tampoco se cuenta con el recurso para ser atendidas como atención primaria.
 

La segunda barrera se trata del estigma social que desacredita las vivencias de las personas que están pasando por situaciones de salud mental, esto se debe netamente a un factor sociocultural que hay  en Colombia en donde al no tener un buen conocimiento sobre el tema hay una tendencia a minimizar o no darle la importancia que este necesita, este estigma a grandes rasgos lo podemos ver desde esta perspectiva: “Coincide con el olvido y el estigma de la salud mental, no solamente en el sector salud, sino como característica sociocultural que se da en la familia, en la comunidad, en la sociedad y, lo que es peor, en los órganos legislativos” (Hernández, Sanmartín, 2018). La falta de información sobre estos temas hace que las personas no tengan el suficiente conocimiento de cómo funciona el sistema de salud en estos términos, en como ayudar o ser una red de apoyo para las personas cercanas a ellas que están pasando por situaciones de este tipo.

Para concluir, al observar todas las barreras a las que se puede enfrentar una persona que necesita servicios de salud relacionados a la salud mental es posible ver que todos estos procesos afectan de igual forma a los estudiantes universitarios y podrían complicar aún más  las situaciones delicadas a las que se enfrentan. Pero si bien ambas barreras son complejas de romper, la barrera del estigma frente a la salud mental tiene una salida o una solución desde la correcta comunicación de las vivencias de las personas para así generar conciencia y entendimiento tanto de los mismos afectados como de las personas que hacen parte de su contexto y que pueden ayudarlos a atravesar por estás circunstancias. En este caso tener un conocimiento más amplio acerca de la salud mental sí puede crear cambios frente a las barreras que esta tiene.  
 


 

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